La leyenda del Huay Chivo es una de las más populares de Yucatán y narra la historia de un hechicero que tenía la habilidad de transformarse en una aterradora bestia mitad chivo, mitad hombre. Esto sucedió después de que el hechicero le vendió su alma al Kisín, una expresión maya que hace referencia al diablo o demonio.
Esta historia del Huay Chivo es muy parecida a otra historia desarrollada en Centroamérica conocida como los nahuales, según la cual también ocurre la transformación de ciertas personas en distintos animales después de realizar un ritual de ofrecimiento.
En los poblados más alejados se creía que, si una persona se cruzaba con esta entidad, debía desviar la mirada; de esta manera la persona receptora solo sentiría frío y mal olor. Sin embargo, si cruzaba miradas con la bestia, el ujeto sentiría malestares y fiebres.
La historia relata que el Huay Chivo se alimentaba de gallinas y ganado pertenecientes a los pobladores; también se creía que habitaba en los
lugares más oscuros, como ciertos montes y bosques. En la actualidad, todavía se cuentan anécdotas sobre esta aterradora entidad.