La ciudad de Mazatlán contiene grandes bellezas como lo son sus playas y sus monumentos antiguos, pero hay algo que atrae más visitantes que cualquier otra atracción llamada la cueva del diablo en Mazatlán.
La cueva del diablo no llama la atención porque sea un lugar bonito si no por la historia que se dice hace casi 300 años. La cueva se encuentra en la glorieta Sánchez Taboada y se cuenta que han ocurridos muchas muertes y también desapariciones, de hecho, ya está prohibido entrar a la cueva para evitar más incidentes.
Una vez hubo un derrumbe y eso permitió que se vea una entrada a la cueva así que varios exploradores tomaron la decisión de entrar a explorar, pero nunca más se le vio salir. Con el paso de los días se mandaron a buscar a los exploradores con un grupo de rescatista, algunos se quedaron a fuera y colocaron una soga para tenerla como guía, si los que entraron tiraban de la soga los de afuera tenían que jalar rápidamente.
Pero esto nunca sucedió al ver que no salían ni jalaban de la soga decidieron jalar los rescatistas de afuera para su sorpresa sus compañeros ya estaban muerto y de una manera muy extraña estaban incinerados. Al parecer esto no fue la única vez se encontraron cadáveres de esta manera. Se dice que el diablo entra y sale de la cueva y cuando sale suceden cosas horribles.