Se dice que hasta la belleza cansa, pero esto no fue lo que le sucedió a esta dama de la leyenda.
Se dice que había una mujer muy bonita y que contenía una hermosa cabellera que cuidaba mucho esmero, se la pasaba horas y horas contemplándose al espejo y al mismo tiempo cepillaba su melena.
Con el paso del tiempo la mujer contrajo una enfermedad terrible la cual le había puesto final a sus días.
A pesar de ser una terrible noticia sin ninguna esperanza la mujer no perdió su espíritu de vanidad y le hizo una petición a su marido: le dijo que al morir quería ser enterrada en una tumba con muchos espejos para ella poderse seguir mirando aun después de su muerte.
Como era su petición antes de morir el marido le cumplió y enterró a su amada con hermosa tumba llena de espejos.
Cuentan los rumores que la señora se aparecía en las fechas cercanas al día de muertos y en cada día de su aniversario de muerta, ella tomaba un taxi y le decía que su esposo pagaba, pero los taxistas al ver que nadie sale deciden tocar para la sorpresa de ellos el esposo le comenta que sí, que es su mujer pero que está ya tiene varios años de muerta pero que siempre hace lo mismo en esas fechas.
Lo curioso es que la mujer no se queda en la casa así que también ha tomado taxis de regreso al cementerio y que esta desaparece cuando va llegando sin dejar rastros. Esta historia ocurrió en Estado de Morelos, Cuernavaca.